Dotada con tecnología de alto nivel, este martes quedó inaugurada la Sala de Crisis de Dosquebradas. La inversión de más de $933 millones representa un paso muy importante hacia la seguridad y la preparación de toda la ciudadanía ante situaciones de emergencia.
Las inversión de recursos económicos convierte al proyecto en un hito en la ciudad, fortaleciendo su capacidad de respuesta ante distintos escenarios. La sala estará ubicada estratégicamente en la sede de la Dirección de Gestión del Riesgo del municipio (Diger).
Este lugar cuenta con equipos tecnológicos de vanguardia, incluyendo UPS, sistemas de cómputo, audio y video, así como servidores que facilitan el desarrollo de una aplicación personalizada para la Diger.
Esta herramienta permite la gestión documental, el control de inventarios y la asistencia humanitaria, optimizando la eficacia de las operaciones.
El alcalde de Dosquebradas, Diego Ramos, expresó su satisfacción por la implementación de la Sala de Crisis: “Esta es una de las ciudades intermedias que yo diría son muy pocas las que tienen Sala de Crisis y de esta magnitud”..
El mandatario agregó que el espacio es adecuado para los colaboradores de la Diger, así como la facilidad de tener acceso a la tecnología para que lleguen las alertas en momentos de verdaderas emergencias.
Asimismo, la directora de la Diger, Adriana Mejía González, enfatizó la importancia de este proyecto en términos de fortalecimiento humano y tecnológico.
“Este proyecto nos fortalece humana y tecnológicamente para poder brindar una respuesta más rápida y oportuna a todas las comunidades. Sabemos que Dosquebradas tiene muchos escenarios de riesgo y vulnerabilidad en la zona urbana y rural, y con este nuevo sistema de tecnología podremos contar con información en tiempo real para la toma de decisiones”, dijo.
El concejo municipal aprobó el empréstito de $20 mil millones de pesos para ejecutar obras de mitigación del riesgo y fortalecer institucionalmente a través de la Sala de Crisis.
De los recursos asignados, $18,800 millones se destinaron a 19 obras de mitigación en diferentes quebradas del municipio, mientras que los restantes $1,200 millones se invirtieron en hacer realidad la Sala de Crisis y en la adquisición de un vehículo para fortalecer las operaciones de campo de la Diger.
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