La localidad de Santa Cruz, en el estado Zulia (Venezuela), está horrorizada y conmocionada por el brutal asesinato de Dorianny Michelle Muñoz Martínez, una inocente niña de apenas un año y nueve meses. Su propia madre y su padrastro, la golpearon hasta causarle la muerte por su constante llanto.
El personal médico del centro de salud del municipio Colón fueron quienes avisaron a las autoridades debido a que la madre llevó al niño con varias lesiones. Tras la evaluación determinaron que la pequeña había sido víctima de una golpiza inhumana.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se dirigieron al lugar para hacer el levantamiento del cadáver e iniciar las investigaciones. En una primera instancia, los detectives lograron la captura de Juliana Michell Muñoz Martínez, de 23 años; y de su compañero sentimental, Joendry Segundo Carruci Portillo (22), principales sospechosos del crimen.
El director del Cicpc, Douglas Rico, confirmó la aprehensión de los dos sospechosos, y reveló algunos detalles del suceso. Dijo que la bebé presentaba múltiples hematomas en su cuerpo y cabeza, los cuales fueron determinantes en su fallecimiento.
La investigación forense también reveló otros datos escalofriantes acerca de la forma en que Dorianny perdió la vida. Las pesquisas indicaron que la niña, presuntamente, era sometida a maltrato constante por parte de su madre y su padrastro debido a que lloraba mucho.
La noticia ha generado repudio y consternación en la comunidad, que exige justicia para la pequeña Dorianny. Las autoridades aseguran que continúan trabajando en el caso para reunir todas las pruebas necesarias que permitan llevar a los responsables ante la justicia y castigarlos con todo el peso de la ley.
La muerte de esta inocente bebé, en manos de quienes deberían haberla protegido, ha dejado un cruel precedente, destacando la importancia de la prevención y la necesidad de intensificar la lucha contra la violencia infantil.
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