Cualquiera que halla conocido a Viviana Gómez Hernández puede decir que era una mujer alegre, entusiasta y buena madre. Lo que no sabían era lo que estaba pasando dentro de su cabeza. Este lunes falleció tras atentar contra su vida.
Al parecer, la mujer dejó una carta despidiéndose de sus dos hijos menores de edad. No se sabe cuáles fueron los motivos que la llevaron a cometer ese acto en contra de su propia vida.
En el informe oficial de la policía, dice que cerca de la 1:00 de la madrugada alguien llamó al cuadrante e informó que en el barrio La Plazuela, calle real de Santuario, Risaralda, había dos niños dentro de una casa y pedían auxilio.
Desde adentro de la vivienda, los niños pudieron decirle a los vecinos que al parecer su mamá habría intentado envenenarse. “Ambos estaban desesperados y muy asustados”, dijo un testigo.
Cuando los uniformados llegaron al lugar, los menores dijeron que estaban encerrados y que la puerta se encontraba con seguro. Por esa razón, las autoridades tuvieron que forzar el ingreso para tratar de rescatar a la mujer.
Finalmente, el cuerpo de bomberos de Santuario pudo trasladarla hasta el hospital San Vicente De Paul, donde minutos después falleció. Ya eran pasadas las 02:00 de la madrugada cuando los médicos decretaron su muerte.
Entre las evidencias, se halló la carta de despedida. Se cree que la mujer se envenenó, aunque falta que medicina legal entregue el documento final en el cual se determinen las causas reales del fallecimiento.
De manera extraoficial se supo que Gómez Hernández vivía con su esposo, de profesión comerciante, y sus dos hijos. La mujer era natural de Quinchía, pero llevaba un tiempo en el municipio de Santuario.
También se trabaja sobre la hipótesis de que Viviana, presuntamente, tenía problemas con el consumo de alcohol. Al parecer, hay registros que indican que la habrían llevado en varias ocasiones hasta la estación de policía.
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