La joven habría ingresado a un hospital varias costillas fracturadas. La mujer de 23 años tenía graves signos de violencia física y en su relato, le dijo a las autoridades que su compañero sentimental la obligaba a consumir drogas y la golpeaba.
Desde la Veeduría Departamental para reducir la Violencia contra la mujer, Marisol Zuluaga, directora de esta institución, calificó el caso de aberrante, debido a que la víctima tiene una niña de seis años, quien también se veía involucrada en todos los capítulos de violencia.
“Fue sometida a constantes abusos físicos, verbales y psicológicos por parte de su compañero sentimental, quien además la obligaba a consumir estupefacientes”, explicó la veedora.
La víctima llegó al hospital Kennedy, donde fue atendida debido a que presentaba varias lesiones. Sin embargo, “el protocolo de activación de la ruta de atención a casos de violencia intrafamiliar no se inició de inmediato”, criticó Zuluaga.
Al día siguiente, al conocer la situación, la misma defensora de los derechos de la mujer contactó a la Patrulla Violeta, especializada en este tipo de casos. Aunque ya estaban al tanto del incidente, tenían varios reportes pendientes y planificaron activar la ruta a las 5 de la tarde.
Desde la Fiscalía se garantizó que la víctima no quedara sola en el hospital, además de asegurar la custodia hasta que se realizaran los actos urgentes.
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