Desde el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) aseguran que ya se está trabajando en la implementación de un nuevo protocolo para garantizar la seguridad de las mujeres durante las visitas conyugales. Incluso, se avanzará en la instalación de botones de pánico.
El asesinato de Giselle Pérez Gaspar, el pasado domingo, en el centro penitenciario Villa de Las Palmas, ubicado en Palmira, Valle del Cauca, cambiaría las visitas íntimas en las cárceles del país.
Para el director del INPEC, Daniel Gutiérrez, cambiar las estrategias de seguridad es una urgencia, al punto que se están manejando en este momento, luego de ese acontecimiento, un protocolo de atención al feminicidio y atención para las mujeres.
“Ese protocolo consiste en unos botones de pánico y una ruta de atención inmediata y oportuna. Más allá de eso, una sensibilización para el feminicidio en las cárceles”, dijo el director.
Gutiérrez destacó que “desafortunadamente” muchas mujeres caen en las manos de los feminicidas, pero que es necesario implementar mecanismos de denuncias que avisen a las autoridades cuando sienta que hay agresión.
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