Recientemente, en un video, un habitante de calle reveló que había llegado a Pereira, desde Cali, con el objetivo de trabajar en una finca cafetera en la que supuestamente le pagarían con dosis de estupefacientes.
Una de las últimas caracterizaciones que realizó la alcaldía nocturna reveló que en la ciudad hay cerca de 100 habitantes de calle de otros departamentos, y la mayoría llega por una misma razón: les dicen que trabajarán en fincas cafeteras a cambio de un pago en estupefacientes.
Noticias360 Digital tuvo acceso al testimonio de dos hombres: uno de ellos proveniente de Argelia, Valle del Cauca; y otro de El Peñol, Antioquia; a ambos les dijeron que los llevarían Pereira a trabajar como recolectores de café y que el pago eran las sustancias a las que son adictos.
Hace ocho días, Alirio llegó a Pereira proveniente de Medellín. Es un hombre de 53 años que se mete con nadie. Lleva más de 20 años como habitante de la calle. No se mete con nadie. Sólo es consumidor.
“Unos manes ahí, en una camioneta, me dijeron que veníamos a coger café”, eso contó mientras comía un mango en la plaza Bolívar de Pereira. De noche. Sólo. Sin compañía.
La misma historia se repite con Jorge, quien llegó a Pereira hace algunos meses, proveniente de Cali. De igual manera lo llevaron a trabajar a una finca donde pagaban con droga, pero luego de un allanamiento quedó deambulando por las calles de Pereira.
Sobre este tema, el alcalde nocturno de Pereira, Mauricio Vega López, se confirmó que alguno de los habitantes de calle confirmaron que llegaron en camionetas provenientes desde Medellín, Cali, Bogotá e incluso desde La Costa.
Vega señaló que además de las personas que llegan desde otras ciudades, por cuenta propia desde otros países. En ocasiones se han visto llegar hombres de esta población desde Venezuela, Argentina o Chile. Sin embargo, la mayoría de ellos lo hacen solo de manera transitoria.
¿Por qué no los regresan a sus ciudades? El alcalde nocturno dijo que actualmente el programa de atención al habitante de calle permite brindarles los servicios necesarios de aseo y alimentación. Además, la ciudad está en la obligación de atender a estas personas, así no sean habitantes regulares de la ciudad.
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