En un fallo que marca un precedente en la lucha contra la impunidad, la justicia colombiana sentenció a Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ‘Macaco’, a más de dos décadas de prisión por su presunta participación en el asesinato del líder sindical Luis Carlos Olarte Gaviria, en octubre de 2003 en la localidad de Segovia, Antioquia.
La decisión fue emitida por un tribunal especializado en Bogotá después de que un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos lograra recopilar evidencia concluyente que demostraba la participación directa de ‘Macaco’ en este crimen.
Este exjefe paramilitar, quien lideraba el desaparecido Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia, reconoció durante la indagatoria su rol en la planificación del homicidio, ejecutado por sus subalternos.
El líder sindical y exconcejal, Olarte Gaviria, fue víctima de un ataque armado debido a sus denuncias constantes contra la extracción ilegal de minerales en la región. Los autores materiales del crimen, subordinados directos de ‘Macaco’, siguieron las órdenes emanadas desde los más altos rangos del grupo paramilitar, según se desprende de la investigación de la Fiscalía.
La sentencia impuesta incluye una condena de 23 años, un mes y seis días por delitos de homicidio en persona protegida, actos de terrorismo y concierto para delinquir agravado.
Además, ‘Macaco’ deberá enfrentar una severa sanción económica, consistente en una multa de 3,600 salarios mínimos y una compensación a los familiares del difunto sindicalista valorada en 500 salarios mínimos legales mensuales vigentes, destinados a cubrir perjuicios y daños morales.
Este caso fue procesado bajo las normativas del antiguo Sistema Penal colombiano, ley 600 de 2000, que busca establecer responsabilidades claras en crímenes contra los derechos humanos y garantizar justicia para las víctimas de la violencia paramilitar.
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