En la tarde de este martes, la sala de audiencias volvió a ser el escenario de un nuevo capítulo en el caso de Melissa Cortés Guzmán, implicada en un trágico accidente que resultó en la muerte del motociclista Arlés Arbeláez Morales, de 50 años.
El hecho, marcado por la imprudencia y la conducción en estado de ebriedad de Cortés, ha generado un intenso debate legal y social sobre las consecuencias y responsabilidades en casos de homicidio culposo agravado.
La defensa, liderada por la abogada Sandra Milena Urrea, presentó un argumento centrado en la humanidad y el historial limpio de Cortés, sosteniendo que su clienta no constituye una amenaza para la sociedad, dada su falta de antecedentes penales.
Según Urrea, las condiciones de Cortés deberían excluir la aplicación de una medida de aseguramiento preventiva, basándose en la necesidad de demostrar una participación directa y urgente en el hecho para justificar tal restricción.
La ley, tal como la interpreta la defensa, podría permitir a Cortés la posibilidad de enfrentar el proceso en libertad, siempre que la sentencia final no supere los 48 meses de prisión, dado su perfil sin precedentes penales.
Esta posición abre la ventana de una discusión sobre los criterios de justicia y la manera en que se deben balancear los derechos del acusado con la gravedad de los hechos y el clamor de justicia por parte de las víctimas.
La expectativa en torno a la decisión judicial crece, con la audiencia de determinación pautada para el próximo lunes 8 de abril. La comunidad, dividida entre el deseo de justicia para la víctima y la consideración hacia el futuro de Cortés, espera por una resolución que pueda sentar precedentes en casos similares.
Comparte esto: