Las imágenes son aterradoras. Sin dudas, todo indica que fue una masacre y quién sabe desde cuándo venía ocurriendo. Vecinos del barrio Comuneros, en Dosquebradas, encontraron al menos 15 animales muertos esparcidos en una cañada.
Lo que pasó este viernes conmocionó a los residentes del sector, quienes reportaron un olor inusual en áreas cercanas a la quebrada local. Tras investigar, se encontraron con un cementerio. Varios de los cuerpos estaban totalmente descompuestos. En algunas fotografías se ven sólo huesos.
Donde se hallaron los cuerpos sin vida coincide con la ubicación de un albergue animal. El administrador del establecimiento declaró que se vieron obligados a sacrificar perros y gatos debido a una aparente escasez de medicamentos para su atención.
“En un hecho paradójico, mientras esto ocurre, en la asamblea departamental de Risaralda, hoy fue aprobada la política pública de bienestar animal”, dijo Julio César Gómez, director de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER).
La autoridad ambiental, en colaboración con la Policía Nacional y la Fiscalía, está realizando las evaluaciones necesarias y se espera la verificación e inspección de los cadáveres por parte de la Fiscalía para determinar la causa exacta de la muerte de estos animales.
Gómez agregó que la situación se agrava, debido a las serias contradicciones respecto al lugar donde se encuentra la perrera. Se ha constatado que los vertimientos de la misma están llegando directamente a la cuenca, lo que podría constituir un potencial maltrato animal y violación de normativas ambientales. .
La CARDER ha identificado al menos tres normativas ambientales violadas, incluyendo contaminación por vertimientos y contaminación a fuentes hídricas. El equipo de la CARDER, junto con biólogos e ingenieros hidráulicos, está evaluando la situación para determinar si la cuenca abastece acueductos comunitarios.
En caso afirmativo, se tomarán todas las precauciones necesarias para evitar consecuencias adversas en el suministro de agua.
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