El mandatario hizo una declaración en respuesta a los recientes actos violentos, perpetrados por la banda criminal conocida como ‘La Inmaculada’. Tras los ataques contra la fuerza pública en la ciudad de Tuluá, Valle del Cauca, que resultaron en la muerte de un agente y dejaron a otro gravemente herido, el mandatario dejó claro que el Estado no se someterá al chantaje.
Los hechos violentos en Tuluá se interpretan como una represalia por las recientes capturas de los líderes de ‘La Inmaculada’, Mauricio Marín Silva alias ‘Nacho’, y su hermano Felipe Marín, conocido como ‘Pipe’.
Ante esta situación, el presidente Gustavo Petro, a través de su cuenta en la red social X, expresó: “La banda La Inmaculada ha retado a la sociedad. Sus jefes están presos. No aceptamos el chantaje”.
En respuesta a la escalada de violencia, el alcalde de Tuluá decretó el toque de queda, y la gobernadora del Valle del Cauca ordenó la militarización del municipio.
Además, se han implementado nuevas medidas para garantizar la seguridad pública, incluyendo la extensión del toque de queda y la prohibición de la circulación de motocicletas durante ciertos períodos.
Las autoridades colombianas, en colaboración con la Agencia Federal Antidrogas de los Estados Unidos, iniciaron el proceso de extradición de los líderes de ‘La Inmaculada’, quienes se cree están involucrados en actividades relacionadas con el narcotráfico.
Actualmente, ‘Nacho’ se encuentra recluido en la cárcel La Picota de Bogotá, mientras que ‘Pipe’ está bajo custodia en la penitenciaría de alta seguridad de Valledupar. Para reforzar la seguridad en la zona, la Policía Nacional estableció un Puesto de Mando Unificado en Tuluá.
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