Según la veeduría departamental para la atención departamental de violencia contra la mujer, hasta la fecha, en Risaralda hay documentos que sustentan unos 30 casos que involucran a mujeres que han sufrido violencia política.
Estas denuncias no solo provienen de la contienda actual, sino también de las pasadas elecciones al Congreso. Los casos abarcan desde acoso hasta violencia económica, perpetrada por compañeros de lista o incluso por miembros de los mismos partidos políticos.
“Este es un llamado urgente a las mujeres que, con valentía, se embarcan en campañas electorales y procesos políticos para denunciar estos abusos ante las autoridades correspondientes”, dijo Andrea Parra, coordinadora de Mujeres 10.
En medio de la efervescencia política que se vive en Colombia por estos días; en parte, motivado por la temporada electoral, se realizó un evento para discutir todo sobre la violencia política. Fue un espacio para develar el flagelo que han sufrido algunas mujeres en su camino hacia la participación política.
Marisol Zuluaga, coordinadora de la veeduría departamental para la atención de violencia contra la mujer, señaló que este era un espacio fue crucial para dar voz a las mujeres que participan y hacen parte de la política.
HABLARON DE VIOLENCIA POLÍTICA
El foro reunió a más de 150 personas, tanto hombres como mujeres, debido a que, en estos espacios, la participación de los hombres también es significativa. “Juntos, discutimos una amplia variedad de temas, entre ellos la política pública relacionada con la violencia política hacia las mujeres”, relató Parra.
Asimismo, destacó la importancia de entender que esta violencia no se limita a lo físico; también puede manifestarse de manera verbal y psicológica. “En nuestro territorio, no hemos sido testigos de casos extremos donde mujeres han perdido la vida debido a esta violencia”, agregó.
Tras el intenso debate, la conclusión fue que no existe un único partido o color político que sea culpable de esta problemática. La violencia política afecta a mujeres de diversas circunstancias, y el llamado a la unidad.
“Nuestra principal misión es que las mujeres, sin importar su afiliación política, se unan para enfrentar este tipo de violencia. No se trata solo de quién las respalda desde atrás, sino de empoderarse y forjar una fuerza colectiva capaz de erradicar estos actos inaceptables. La realidad es que existen numerosos casos que aún no se han denunciado, y debemos cambiar esa tendencia”, explicó.+
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