El alcalde de Dosquebradas, Diego Ramos, resaltó la importancia del papel del campesinado en el progreso socioeconómico del municipio. Sus palabras llegaron en medio de su discurso por la celebración del Día del Campesino.
Con un corazón lleno de gratitud hacia lo divino y un compromiso firme hacia su comunidad, Ramos compartió sus experiencias y logros en medio de la tarea por transformar el Municipio.
Recordó que fue criado en un hogar campesino, donde la labranza y la cosecha fueron sus compañeros desde la infancia. Así celebró su identidad como “montañero”, “platanero” y “tomatero”.
Agregó que estos epítetos, lejos de ser motivo de vergüenza, inflan su ego, ya que reconoce con orgullo su papel en el abastecimiento de alimentos en todo el territorio. Sin embargo, no es solo su identidad la que ha guiado su camino, sino también su liderazgo al frente de la administración local durante dos periodos.
Ramos no es el único artífice de los éxitos que resuenan en Dosquebradas; enfatizó que su gestión es el resultado del trabajo en equipo, del compromiso de los colaboradores, campesinos, ediles y concejales. Su enfoque incluye el apoyo a la educación rural, con la entrega de 215 kits escolares en diferentes sectores, y la construcción de 1.200 metros de “placahuella” para mejorar la conectividad en áreas críticas.
La labor no se detiene en infraestructura vial. Ramos destacó la importancia vital del agua en la región, especialmente en una época marcada por las fuertes lluvias. Con un plan de manejo del vital líquido y la ejecución de pozos sépticos, en colaboración con entidades gubernamentales y organizaciones, busca garantizar el acceso a recursos hídricos esenciales para la comunidad.
A juicio del mandatario, el crecimiento exponencial de la población en las veredas ha planteado desafíos, pero también ha inspirado innovaciones. Ramos destaca la entrega de recursos a familias campesinas para asegurar su seguridad alimentaria, brindando productos ricos en proteínas. Además, recordó que ha forjado alianzas con la Gobernación Risaralda y otras instituciones para financiar proyectos de desarrollo, como la construcción de placashuellas y la adquisición de maquinaria de bomberos.
A pesar de los obstáculos y desafíos, Ramos y su equipo demuestran que el espíritu campesino es el motor que impulsa el desarrollo sostenible y la transformación de las comunidades rurales de Dosquebradas.
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