La policía ya tiene algunas pistas sobre la muerte de José Iván Gaviria Muñoz. Al parecer, lo asesinaron en su propio apartamento, le dejaron una soga atada al cuello para hacer creer se había suicidado y se llevaron varias de sus pertenencias.
El pasado martes en la noche se presentó un suceso que conmocionó a los residentes del Conjunto Teka, de Dosquebradas. Hallaron sin vida a un hombre dentro de su apartamento en circunstancias bastante extrañas.
José Iván trabajaba como chef y además, era integrante de la comunidad LGTBI. Cerca de las 21:45 horas, la policía recibió una llamada en la que avisaban que lo habían hallado sin vida.
Los uniformados llegaron hasta la manzana 8 y cuando ingresaron a las casa 124 vieron el cadáver de José Iván, aún con una soga atada alrededor del cuello. Los primeros indicios hacían suponer que el hombre había tomado una fatal decisión.
Una fuente no oficial dijo que el análisis de los forenses permitió determinar que la víctima no se quitó la vida, pero que además se maneja la hipótesis de que José Iván estaba acompañado de otra persona, quien se habría sus pertenencias.
Gaviria Muñoz era de Chinchiná, pero vivía en Dosquebradas desde hace algún tiempo. El cuerpo fue hallado por unos amigos quienes identificaron su vehículo abandonado cerca al conjunto y cuando llegaron hasta la casa para ver qué había pasado se encontraron con la fatídica escena.
Los amigos de la víctima intentaron intervenir de inmediato, desatando las cuerdas y tratando de reanimarlo. Luego, solicitaron asistencia médica llamando a los paramédicos. A pesar de los esfuerzos por salvarlo, los equipos de emergencia confirmaron que Gaviria Muñoz ya había fallecido.
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