Angélica tiene 26 años. Es una joven madre y esta semana se atrevió a exponer públicamente un caso de acoso sexual, del que presuntamente fue víctima el pasado 27 de febrero mientras estaba en un baño del intercambiador de la empresa Megabús en Cuba.
La mujer dijo que la empresa no le ha brindado apoyo tras publicar en sus redes sociales lo que pasó aquella noche. La joven dice que la experiencia fue desesperante: “nadie me ayudó. La gente puede escuchar y se hacen los que no vieron nada, la falta de solidaridad es increíble”, dijo.
Mientras esperaba a su prima para dirigirse al centro de Pereira entró al baño. “Me dieron ganas de hacer chichí”, contó. Sin embargo, mientras organizaba su ropa se dio cuenta de que había un celular grabándola por debajo de la puerta. Fue ahí cuando gritó pidiendo auxilio, pero sus súplicas nadie las escuchó. Nadie acudió en su ayuda.
El acosador, un hombre que aparentemente trabajaba para la compañía de autobuses Megabús, no sólo se negó a permitir que Angélica saliera del baño, sino que también se burló de la situación y fue protegido por algunos de sus compañeros presentes en la oficina, contó la víctima.
La denunciante decidió enfrentar al acosador y grabar la situación con su propio celular mientras el hombre intentaba huir y buscar refugio en la oficina. A pesar de sus esfuerzos por hacer público el comportamiento inaceptable del individuo, Angélica se sintió desamparada al no recibir la ayuda necesaria por parte de los demás usuarios de la estación y las autoridades de la empresa.
Tras el incidente, la joven madre intentó buscar apoyo a través de diferentes medios, incluso cuando compartió el video del acosador, solo entonces algunos usuarios comenzaron a solidarizarse con ella, revelando que habían visto al sujeto comportándose de manera sospechosa en el baño de mujeres en ocasiones anteriores.
La falta de respuestas y apoyo en momentos de vulnerabilidad como este deja en evidencia la necesidad de implementar medidas y protocolos efectivos para abordar situaciones de acoso en espacios públicos. Las autoridades de transporte y las empresas deben garantizar la seguridad y protección de todos sus usuarios, especialmente de aquellos que son víctimas de comportamientos inaceptables.
Angélica espera que su denuncia impulse un cambio significativo en la forma en que se abordan estos incidentes y que ninguna otra persona tenga que enfrentar la desolación y el temor que ella vivió ese día. Aseguró que el hombre aún trabaja en la empresa y que se lo ha encontrado en varias ocasiones.
“Siento miedo porque ese señor sigue trabajando allí como si nada”, agregó. El pasado mes de febrero, Noticias360 Digital se comunicó con el gerente de la empresa mega bus, Darío Acosta, en esa ocasión dijo que no tenía información sobre lo sucedido y que estaban investigando si se trataba de un acto reciente.
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