Santiago Lucas Gil es un ser despreciable. Despiadado. Un ser maligno y quizá hasta un anticristo. Los vecinos dicen que mientras cometía el brutal asesinato gritaba todo tipo de sandeces. Repetía sin control que había asesinado al demonio. La víctima era su propia mamá, a quien golpeó incansablemente con una pala hasta matarla.
Tiene 24 años y sus vecinos lo conocen como el “Santi”, un hombre al que las autoridades han capturado incontable número de veces por los delitos de hurto y tráfico de estupefacientes. Este viernes en la tarde, una vez más, la policía lo atrapó, pero en esta ocasión por el terrible homicidio. En las fotos que se distribuyeron en redes sociales se le veía como un individuo con serios problemas mentales, sin ningún tipo de arrepentimiento.
El brutal crimen ocurrió en el sector Tipuro 2, ubicado en la Parroquia Boquerón de Maturín, estado Monagas (Venezuela). Algunos vecinos dijeron que fue como haber vivido dentro de una película de horror. El “Santi” gritaba. Se movía de un lado a otro de la vivienda. Sacudía su cuerpo y sus ojos transmitían algo más que miedo. Presuntamente, estaba bajo los efectos de sustancias estupefacientes.
“Maté al demonio”, repetía en varias ocasiones el asesino. Y poco a poco los vecinos fueron saliendo de sus viviendas para ver qué pasaba. Algunos aseguran que lo habían denunciado en más de una ocasión porque era una persona agresiva con su mamá y siempre hacía ese tipo de escándalos. Sin embargo, jamás imaginaron que en esta ocasión terminaría quitándole la vida a doña Francis Gil, la mujer de 55 años.
INTENTÓ DESMEMBRARLA
Según el reporte de las autoridades, cuando lograron entrar hasta la vivienda encontraron a Francis en el piso. Estaba ensangrentada. Las contusiones en el cráneo aún eran visibles y en su vientre tenía una herida profunda, las cuales le hizo el asesino con un serrucho, con la intención de cortarla en varias partes.
Nadie ayudó a Francis. A los vecinos les faltó valor para irrumpir en la vivienda. Los gritos de la mujer pidiendo auxilio fueron tan desgarradores que inmediatamente se vaciaron casi todas las casas que estaban en la misma cuadra donde ocurrió el brutal asesinato.
Entre la desesperación y la angustia, varias de las personas llamaron rápidamente a la policía, pero esta demoró varios minutos en llegar. Cuando hicieron presencia en el lugar ya no había nada que hacer, lamentablemente el ‘monstruo’, Santiago Gil, ya había asesinado vilmente a su mamá, la misma mujer que le dio la vida hace 24 años.
LA CAPTURA
Unidades de la policía judicial: Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) también llegaron hasta la escena del crimen para realizar el levantamiento del cuerpo, el cual fue trasladado posteriormente a la morgue del Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar” para la necropsia.
Las autoridades ya iniciaron la investigación para esclarecer los motivos detrás de este aberrante acto y determinar si el detenido padece algún trastorno mental. Además, se espera que las pruebas recopiladas en la escena del crimen y los antecedentes sean suficientes para conseguir una condena ejemplar.
La comunidad de Maturín se encuentra consternada y en estado de shock tras la tragedia familiar. El triste suceso pone en evidencia la grave crisis social que vive el país sudamericano, el mismo que ha protagonizado una de las migraciones más grandes en la historia de la región, motivada por las confrontaciones políticas de los últimos 10 años entre oficialistas y opositores.
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