Pereiranos sufren un calvario en El Salvador. Se fueron a trabajar y ahora los acusan de ser pandilleros

In Especiales
mayo 07, 2023

Dos familias viven entre el drama y la angustia de no saber nada de sus seres queridos desde el pasado 14 de febrero. Terminaron detenidos porque la justicia de El Salvador los acusa de ser pandilleros. Sólo por usar tatuajes.

Camilo tiene 30 años y es padre de dos hijos. Por su parte, Andrés apenas cumplió 19 y es el único varón de una humilde familia, que hoy está desesperada porque no sabe nada del proceso. Este mes de mayo cumplirán tres meses privados de la libertad en ese país.

Noticias360 Digital habló con los familiares de estos dos pereiranos. Ellos explican que están sufriendo por la guerra que declaró el gobierno del presidente Nayib Bukele a las Maras. Aseguran que sus seres queridos fueron a ese país centroamericano a trabajar y que todo el expediente que les armaron es parte de un falso positivo.

Lina Marcela dice que su hermano Camilo es un hombre correcto. Sin antecedentes judiciales y que antes de irse había terminado un curso para trabajar como guarda de seguridad. Sin embargo, las pocas oportunidades para obtener mejores ingresos en su país lo llevaron hasta El Salvador.

Los nombres que usamos en esta historia no son los reales, debido a que las familias viven en sectores populares de Pereira y prefieren no revelar la identidad. No quieren que las publicaciones terminen afectando el proceso judicial de ambos. Sólo buscaron contar la historia en busca de ayuda y para que otras personas eviten irse a este país.

¿QUÉ PASÓ?
Según los familiares de los dos pereiranos, el pasado 14 de febrero del presente año, ambos tuvieron un accidente cuando se movilizaban en una motocicleta. Una mujer, al parecer, “los atropelló con su carro” y ahí comenzó el calvario.

Pese a que la mujer se hizo responsable y pagó los daños de la moto, los agentes de tránsito llamaron a la policía y luego le pidieron a Andrés y a Camilo que los acompañarán para confirmar los documentos. “Querían revisar pasaportes, que todo era de rutina y después podrían irse”, contó la mujer.

“A mí hermano de una lo dejaron detenido, argumentando que pertenecía a una banda delincuencial denominada los ‘Mara 18’. De inmediato lo catalogaron como miembro activo de dicha banda por unos tatuajes que eran alusivos a esa banda, y también por ser colombiano”, narró la mujer.

En el caso de Andrés, su madre contó que tiene un tatuaje con la letra “M”, pero no significa que sea pandillero, esa solo es la inicial de su nombre (María). Asegura que su hijo se fue a El Salvador en busca de un mejor futuro, que es un muchacho joven, pero respondía económicamente por ella en Colombia.

“Trabaja desde muy joven. Él se quedó huérfano desde muy pequeño, porque su papá se murió cuando tenía 8 años. Desde ese momento siempre hemos estado juntos mi hija, él y yo. Sé que el está siendo acusado injustamente”, aseguró María.

FALSO POSITIVO
La mamá de Andrés mencionó varios aspectos de la investigación que le hacen dudar de la transparencia del proceso. Por ejemplo, en el expediente la policía jamás menciona que tuvieron un accidente de tránsito, simplemente se las razones por las cuales los detuvieron.

La primera audiencia fue el pasado 2 de marzo y se les impuso una detención provisional durante los próximos seis meses por el delito de agrupaciones ilícitas. Andrés había ingresado a El Salvador el 25 de enero, mientras Camilo lo hizo el 22 de diciembre.

Los dos hombres llegaron a El Salvador con visa de turistas, pero lo que realmente estaban haciendo era “rebuscándosela” de buena manera: vendiendo ropa y accesorios. En este oficio de comerciante e, Camilo ya tenía experiencia pero en Guatemala y, aunque le fue muy bien, había decidido probar en otro destino.

MÁS PREOCUPACIÓN
Familiares de los dos pereiranos aseguran que lo que más genera preocupación en este momento es el acceso a los alimentos, debido a que con las nuevas normas implementadas por el Gobierno salvadoreño, los privados de la libertad deben pagar sus propios alimentos y desde Colombia no tienen cómo ayudarles.

El mayor de los dos hombres privados de la libertad, tiene dos hijos. Una niña de unos 5 años que vive en Guatemala y uno de apenas dos añitos que lo espera en Colombia junto a su mamá y el resto de la familia. Tanto los allegados de Andrés, como los de Camilo, lamentan el momento en el que los dejaron ir a otras tierras en busca de un mejor futuro.

Según la cancillería colombiana, actualmente hay 21 ciudadanos colombianos en cárceles de El Salvador, aunque no especifican si todos estos están detenidos desde que el gobierno de Nayib Bukele le declaró la guerra a las pandillas. Hace poco se logró la liberación de José Antonio Potes y Manuel Castrillón, ambos fueron detenidos de manera injusta.