A las 6:18 minutos de la tarde del pasado 28 de junio, un sicario se le acercó a Alejandra Camila Paredes Pérez, 26 años, y le disparó en seis ocasiones, cuando salía de un supermercado con su bebé. La policía Metropolitana de Cúcuta reveló nuevos detalles del homicidio. Al parecer todo fue por un dinero.
Las imágenes divulgadas en redes sociales son espantosas. El sicario estaba frente a un supermercado. Cuando la joven salió, corrió hacia ella, le apuntó a la cabeza y disparó.
Según el informe de la policía, la mujer recibió un impacto de bala en el pecho, otro en la cabeza y cuando cayó al suelo, el asesino se aseguró de quitarle la vida con cuatro disparos más en la cara.
El coronel Carlos García, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, dijo que “las primeras pistas indicarían que el móvil del crimen sería por una situación de un dinero, pero todo está por confirmar”.
QUIÉN ERA LA VÍCTIMA
Para las autoridades resulta relevante el hecho de que la mujer había estado casada con un ciudadano extranjero, que actualmente vive en Caracas, la capital de Venezuela.
Además, extraoficialmente se supo, que el arma utilizada era una Prieto Two, la cual es poco común en el mercado negro. Según un informe que publicó el diario La Opinión de Cúcuta, las balas eran de fabricación rusa. Por lo que no se descarta, que los sicarios hayan llegado desde el vecino país, debido a que las características del arma coinciden con la relación diplomática entre Venezuela y Rusia.
LOS HECHOS
Según testigos, los sicarios eran cuatro hombres. Estaban en dos motocicletas y aunque los vecinos los vieron sospechosos no se atrevieron a llamar a las autoridades. Incluso, el que disparó entró a la misma tienda en la que estuvo la víctima y compró una gaseosa. Todos tenían gorras y tapabocas.
Tras los hechos, un hombre salió del supermercado y recogió al bebé del suelo que no paraba de llorar. Esas imágenes también fueron captadas por una cámara de vigilancia. Al frente había una iglesia y en ese momento el sacerdote estaba dando una misa. Al escuchar los disparos salió y vio a la mujer tirada en el suelo, le echó la bendición, dijo una oración y la roció con agua bendita.
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