El pasado 2 de junio se cumplieron dos años de la desaparición del mayor de la Policía Nacional, Julián David Gámez Amaya. En su momento, el informe oficial de las autoridades señaló que el uniformado habría caído por una ladera durante un operativo policial. Sin embargo, los resultados de una investigación privada aseguran que el oficial nunca estuvo en ese lugar.
Noticias360 Digital habló con Magda Jiménez, cuñada del Mayor y aseguró que la familia no abandona el caso. “La Policía Nacional sigue sosteniendo que es una desaparición en el río; lo cual, gracias a Dios y al abogado que contrataron los papás de Julián David, las cosas están tomando otro rumbo”.
Jiménez no entregó mayores detalles, para no entorpecer la investigación, pero aseguró que se está frente a un caso de desaparición forzada. Dijo que hace varios meses se realizaron estudios en 3D y 4D y los resultados arrojaron que “Julián nunca cayó al río”.
EL MAYOR NO ESTUVO ALLÍ
La cuñada del Mayor sostiene, tras apoyarse en los estudios realizados por los investigadores, que el oficial de la policía nunca estuvo en el lugar donde se realizó la persecución a un grupo de hombres, que minutos antes habían secuestrado a un comerciante en el centro de Pereira.
Las primeras declaraciones del coronel Javier Gallego, quien para ese momento era el comandante de la Policía Metropolitana de Pereira, sugerían que Gámez Amaya estuvo en la persecución y que habría saltado al río detrás de los delincuentes. Por supuesto, basado en los informes que entregaron los uniformados que sí estuvieron en el lugar.
Pero la versión cambió con el transcurrir de los días. En una segunda declaración oficial se dijo que el policía habría llegado hasta el lugar, después de que supuestamente saltaron los delincuentes, solicitó la linterna y se asomó para revisar qué había pasado. Cuando sus compañeros regresaron, Julián David ya no estaba.
“Ya se iniciaron las demandas administrativas, se seguirán con las constitucionales y hasta penales para así llegar a la Corte Penal Internacional. Lo único que sabemos es que este caso, la familia no lo va a dejar callado.
DEJARON PRUEBAS
Magda Jiménez también aseguró que los que están involucrados en la desaparición del Mayor se encargaron de dejar pruebas. “Dejaron un celular, una billetera y después aparece el armamento cuando todo eso es totalmente falso”, aseguró.
También reveló que la Policía Nacional habría entregado videos y audios con “grabaciones cortadas”, situación que ha hecho que este proceso investigativo continúe para hallar la verdad.
Por supuesto, hay más, pero Jiménez señaló que por el momento no se pueden entregar más detalles, debido a la importancia de la investigación y a que varios de los aspectos que han podido hallar no pueden ser divulgados hasta que no se tenga un análisis completo y todas las pruebas estén sustentadas.
SABÍA MUCHO
Lo que sí deja claro la cuñada de Gámez es que Colombia está frente a un caso de desaparición forzada. “Julián David era un Comandante de Estación y manejaba muchísima información”, dijo.
A su juicio, una de las razones por las cuales, supuestamente, desaparecieron al Mayor es que tenía en sus manos “casos difíciles, complicados. Falsos positivos que quisieron hacerlos ver como resultados positivos de la Policía Nacional”.
Para Jiménez, otro aspecto que llama la atención es que el chofer que había estado con el oficial durante los últimos ocho meses fue cambiado dos días antes de su desaparición y el nuevo conductor fue trasladado al siguiente día porque, presuntamente, “se le enfermó el papá”.
La mujer también contó que hace más de un año viajó a Pereira y que en esta ciudad nadie habla del caso de Julián David. “El tema es prohibido. A mí me siguieron junto al abogado. Tuvimos que ir acompañados con seguridad porque la verdad todo el mundo nos decía: allá no se puede dialogar del caso”.
Sobre la vida personal de Gámez Amaya aseguró que, efectivamente, cuando desapareció estaba en un proceso de divorcio con la madre de su hijo, pero negó que haya tenido otras relaciones.
“Yo soy la persona que siempre tuvo mucha confianza con él y siempre me comentaba todas sus cosas. Él estaba reiniciando una vida porque estaba en trámites de divorcio, pero jamás presentó a ninguna otra novia”, completó.
El caso tuvo del Mayor lo trasladaron a una Fiscalía de Bogotá y mientras avanza el proceso, la hipótesis de una desaparición forzada toma mayor relevancia junto a dos preguntas: por qué lo querían desaparecer y quién dio la orden.
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