Según el registro oficial de la Secretaría de Salud de Dosquebradas, 16 internas se hirieron con armas cortopunzantes, tres de los casos fueron graves y tuvieron que remitirlas a centros médicos para que fueran atendidas. La situación del centro penitenciario de La Badea ha generado preocupación entre las autoridades.
Noticias360 Digital obtuvo nuevos detalles de la investigación y se supo que desde la directiva del centro de reclusión se envió una notificación a las autoridades sanitarias en la que se manifestaba la inquietud por los casos de cuttin, una práctica en la que una persona se causa autolesiones mediante cortes en la piel.
La mayoría de las heridas fueron en piernas y brazos, pero hubo varias internas que se causaron cortes en la zona abdominal. Del total de lesionados, tres casos sufrieron complicaciones y tuvieron que trasladar a las privadas de la libertad hasta un hospital para que recibieran atención.
Un informante señaló que, posiblemente, muchos de estos casos están relacionados con la abstinencia por el consumo de estupefacientes, debido a que las autoridades del centro penitenciario aumentaron los esfuerzos para reducir el ingreso de estas sustancias. “Eso ha generado estrés entre las reclusas”, dijo.
OTRAS CAUSAS
Pero hay más. Presuntamente, dentro de La Badea se estarían presentando casos de sometimiento y agresiones sexuales con privadas de la libertad. Es decir, relaciones forzadas entre personas del mismo sexo. Situación que las autoridades, aún no confirman.
Adicionalmente, hay personas medicadas por problemas de salud mental y los presuntos retrasos en la entrega de los medicamentos también ha afacetado a las pacientes. Sin embargo, “entorno a esta situación se estaría generando un mercado ilegal de venta de medicamentos dentro de la cárcel”, agregó el informante.
QUÉ DICEN LAS AUTORIDADES
Esta semana, el director nacional del Instituto Penitenciario y Carcelario (INPEC), visitó Pereira y sobre esta situación, confirmó que se han aumentado los controles en todas las cárceles del país para evitar que desde afuera de los recintos lancen sustancias estupefacientes que terminan en manos de los internos.
“Creemos que esto ha generado una abstinencia en el consumo de sustancias en los privados de la libertad y eso, por supuesto, genera autolesiones”, dijo Daniel Gutiérrez, el director del INPEC.
Por su parte, Nini Lorena Acevedo, autoridad sanitaria del municipio industrial, señaló que frente a este llamado, se tuvo que recurrir a los profesionales de salud mental y hacer un compromiso con la directiva. “El alcalde Roberto Jiménez ordenó hacer acompañamiento con cada una de las reclusas”, dijo.
Asimismo, señaló que la prestación del servicio en salud mental dentro de La Badea requiere ser más permanente, “más presencial, mientras salimos de este brote”, agregó la funcionaria.
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