Triste relato del incendio en Futuro Bajo: “En cenizas quedó el esfuerzo de dos años”

In Eje Cafetero, Especiales
marzo 02, 2024

La madrugada de este viernes, Angie se despertó en medio de una espantosa pesadilla. “En cenizas quedó el esfuerzo de dos años”, dijo en su triste relato. No sabía que el destino le tenía reservado un capítulo desgarrador y ella era la protagonista.

Un incendio voraz arrasó el barrio El Futuro Bajo de Pereira para dejar a más de 400 personas, incluida esta joven mujer, sumidas en el dolor y la desesperación tras perder sus viviendas y todo o lo poco que tenían.

Foto: Alexander Gallego

La tragedia golpeó con fuerza a esta madre soltera, que aún vive con sus padres porque también debe velar por ellos. Ella es el motor de su familia y apenas unas horas antes había inaugurado, con alegría, una humilde vivienda construida tras dos años de ahorro, esfuerzo y trabajo.

Sin embargo, la vida le tenía otros planes, y su nuevo hogar se convirtió en una de las 130 casas que quedaron completamente calcinadas tras el siniestro. La tristeza de este mujer fue inevitable. Entre lágrimas compartió su historia con Noticias360 Digital.

Foto: Alexander Gallego

Su testimonio es conmovedor, por lo que para ella significa perder, en cuestión de segundos, el sueño de tener una casita propia. “Dos años de esfuerzo y trabajo quedaron reducidos a cenizas en cuestión de minutos”, lamentó, con la voz entrecortada.

Pero, Angie no está sola en su sufrimiento. cientos de familias del barrio Futuro Bajo enfrentan la devastación y la incertidumbre. “No fui la única”, dijo la mujer con lagrimas en los ojos, “son muchas personas las que quedaron sin nada. Es triste ver cómo todo quedó en nada”.

La pérdida material es sólo una parte de la tragedia. El incendio también dejó a su paso un rastro de dolor y sufrimiento humano. Entre las cenizas, quedan las únicas ropitas de adultos mayores, ahorros de los que jamás pensaron que un incendio les cambiaria la vida de la noche a la mañana y la vida de muchos animalitos entre los que se cuentan patos, gallinas, perritos y gaticos.

Foto: Alexander Gallego

“Estamos enfrentando una pérdida total”, soltó Angie con resignación. “Ayer mismo estaba inaugurando mi casa, y hoy no queda nada más que ruinas y desolación. Es una semana perdida para todo el barrio, una semana en la que nos enfrentamos a la crudeza de la vida”.

Hoy, en medio de la desesperación, la comunidad se unió en solidaridad y apoyo mutuo. Vecinos y voluntarios aún brindan ayuda a quienes quedaron sin nada. Una muestra de que en los momentos más oscuros, la humanidad brilla con fuerza.

El camino hacia la reconstrucción será largo y arduo, pero Angie y su comunidad están decididos a enfrentarlo juntos. Con valentía y determinación, asegura que se levantarán de las cenizas y construirán un futuro que ya no será bajo, sino lleno de esperanza y resiliencia.