Un terrible caso de maltrato infantil. Lo que halló la Policía de Risaralda dentro de una vivienda del barrio San Vicente, en Santa Rosa de Cabal, es estremecedor. Los uniformados lograron rescatar a una niña, de cinco, y a su hermanito, de cuatro años. Estaban en terribles condiciones. Tenían hematomas en diferentes partes del cuerpo, incluyendo el rostro. Quemaduras en las manos y visibles signos de tortura.
Noticias360 Digital tuvo acceso al relato de los dos menores, rescatados la tarde de este jueves. “Papá Daniel nos pegaba porque no queríamos comer”, le dijo la niña a uno de los funcionarios que ingresó a la vivienda para verificar su estado de salud.
Tenía quemaduras. Al parecer, hace pocos días, el padrastro la habría tomado por las manos y se las puso sobre la estufa caliente, simplemente porque no quería la comida. Aún tenía las lesiones en carne viva.
Tras la inspección que hicieron las autoridades pudieron ver que ambos infantes presentaban hematomas en la espalda, las costillas, en las piernas. Cicatrices de golpes con los puños o patadas, que recibían de parte de su agresor; es decir, el compañero sentimental de la mamá.
¿Hasta qué punto, una madre es capaz de defender a sus hijos? Al menos esta, no se oponía a los castigos de Daniel Ochoa, con quien apenas llevaba dos meses conviviendo.
El coronel Héctor Daniel García Acevedo, comandante de la Policía de Risaralda, describió la escena como “dolorosa”. Detalló que el agresor ataba a los menores de manos y pies para que durmieran en el suelo.
En uno de los videos, también se pudo ver al niño con el labio completamente destruido por los golpes que recién le había propinado el hombre. “Me duele (…) él nos pega todos los días”, relató durante la conversación con los funcionarios.
LA CAPTURA
El coronel Héctor García señaló que varios vecinos acudieron hasta la estación de la Policía de Santa Rosa de Cabal para informar sobre el terrible caso de violencia y, en compañía de funcionarios de la comisaría de familia, se trasladaron hasta la vivienda para hacer la intervención.
“Cuando llegaron nuestros agentes, preguntaron por los niños y si podían pasar. El hombre y la mujer no pusieron resistencia, aunque se notaban nerviosos, y cuando ingresaron, nadie podía creer lo que estaban viendo. Este es un caso que repudiamos desde la Policía Nacional”, dijo.
En el informe de las autoridades dice que cuando abrieron la puerta de la vivienda, Daniel (el padrastro) aún estaba intentado desatar al niño, quien estaba “muy nervioso, llorando y aún en el suelo”.
QUIÉNES SON LOS AGRESORES
La mujer capturada se llama Mitchell Yuliana Flórez Martínez y tiene 26 años, el padrastro es Daniel Ochoa de 28. Según, ninguno tiene anotaciones judiciales, pero la Policía los capturó por los delitos de violencia intrafamiliar y lesiones personales mientras son judicializados y se define su situación legal.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) se encarga del proceso de restitución de derechos de los dos menores, quienes actualmente reciben atención médica en un hospital del departamento de Risaralda.
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