La crisis de la salud en Colombia es cada vez más inhumana. Más indolente. Sandra Milena Arcila tiene 45 años y su lucha para recibir atención de calidad ha sido titánica. En una conversación con Noticias360 Digital contó que lleva seis años peleando contra la EPS Asmetsalud. Asegura que la quieren dejar morir.
“A ellos no les importa nada. Y nosotros somos personas muy pobres, por eso no les importamos”, dijo en medio de un llanto de desesperanza. Su caso, parece sacado de una película de drama. Asegura que a esta edad, y enferma, nadie le da empleo.
Su rostro está lleno de expresiones que varían con cada segundo que habla. Dolor, impotencia y hasta cara de que perdió la lucha que inició hace seis años cuando le diagnosticaron unos quistes en los ovarios. Ahora sólo espera por dos cosas: unos exámenes y una cirugía.
“Esos dolores son muy intensos. A veces me voy desmayando y caigo como un pollo. Luego me pongo blanca como una pared”, describe la humilde mujer con cada frase. Mientras, vuelve y sonríe de manera tímida, pero al mismo tiempo pide ayuda para que las autoridades de salud revisen su caso.
“Yo no me quiero morir. Lo único que quiero es que me hagan mis exámenes y que me digan de una vez si lo que tengo es maligno o no”, relató.
Desde el Ministerio Público, aseguran que el problema de esta paciente es complejo, debido al proceso de liquidación de la EPS a la que está afiliada. La personera de Pereira, Sandra Lorena Cárdenas, dijo que ya se le realizó una tutela y que ahora el próximo paso es el desacato.
“Frente al caso puntual de Asmetsalud, ellos en este momento están con un agente interventor que es la persona que está al frente de esa EPS y pues, está muy complicado con esta entidad por esta situación“, agregó Cárdenas.
Actualmente, Sandra Milena vive con William Ruiz, su compañero sentimental. Él labora como vendedor de helados en las calles del centro de Pereira, pero lo que gana no le alcanza para costear un tratamiento con un médico particular. Ambos viven en un hogar de inquilinato.
“Yo me siento impotente. Porque soy testigo de la desidia en la que me la han dejado. Eso no es justo. Todos tenemos derechos a que nos den salud, pero lo que ella dice es verdad. Somos pobres y a nadie le importa”, comentó el hombre.
El testimonio de William y de Sandra Milena refleja la amarga realidad que enfrentan muchas personas en Colombia, donde la falta de acceso a la atención médica adecuada y de manera oportuna afecta a las poblaciones más vulnerables.
La historia de esta mujer, apenas es uno de los cientos de casos desgarradores que, de una u otra manera, recuerdan que la salud está en crisis y que afecta a una parte importante de la población. Aquellos de más bajos recursos y sin opciones.
Sandra en un último grito, casi desesperado, dice que continuará luchando por su vida mientras espera una atención médica que parece inalcanzable. Recuerda que su caso debe ser atendido con total urgencia antes de que finalice en algo peor.
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