A Bayron Bedoya Toro lo declararon culpable de asesinato este miércoles. Tendrá que pagar una condena de 37 años y 6 meses de cárcel por asesinar a un ciudadano venezolano, trabajador de en un restaurante ubicado cerca al estadio Atanasio Girardot, de Medellín.
Todo fue en medio de un acto irracional de intolerancia. El hecho ocurrió la tarde del 21 de noviembre de 2021. Ese día jugaba el club Atlético Nacional y perdió el compromiso por la liga de fútbol colombiano. Según, el trabajador del restaurante, en un tono jocoso, invitó a un grupo de hinchas a ingresar al establecimiento.
Sin embargo, Bedoya Toro, a quien identificaron como un barrista de Nacional, interpretó las palabras de Anderson Ignacio Rodríguez Laya como una burla hacia su equipo y en respuesta, de manera violenta, lo agredió a golpes y utilizando un arma blanca.
El fallo fue emitido por un juez penal del circuito de Medellín, luego de examinar detenidamente las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación. Este miércoles, tras un largo proceso judicial, se dio a conocer la condena de quien perpetró este crimen sin sentido.
Tras el crimen, las autoridades lograron capturar al agresor, pocos días después. Durante la detención, se le incautó un cuchillo y se encontraron prendas de vestir manchadas con sangre, pruebas contundentes que respaldaron la acusación en su contra.
La sentencia emitida lo declara responsable del delito de homicidio agravado y establece que deberá cumplir su condena en un establecimiento carcelario. Es importante destacar que esta decisión es de primera instancia y que se podrán interponer los recursos de ley correspondientes.
OTROS IMPLICADOS
Las Fiscalía aún no se pronuncia para entregar detalles de qué pasó con el resto de los implicados. Uno de ellos era David Stiven Pareja, a quien capturaron el mismo día en que detuvieron a Byron Bedoya Toro.
También su momento, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, ofreció una recompensa de hasta $10 millones por cada uno de los, supuestos, 15 implicados en el asesinato.
LA VÍCTIMA
Anderson Ignacio Rodríguez laya tenía 21 años cuando lo asesinaron. Llevaba meses trabajando como mesero en un restaurante en Medellín y había llegado desde Venezuela con algunos familiares. El joven trabajaba para enviarle dinero a su familia, debido a que tenía un niño de 2 años de edad.
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