En Risaralda, la demanda de hemocomponentes en los servicios de transfusiones de los hospitales del departamento requiere aproximadamente 3.000 donantes al mes. Sin embargo, este año la cifra se ha reducido a tan solo 500 mensuales. El Hospital Universitario San Jorge hizo un llamado a la comunidad para fortalecer esta labor solidaria y asegurar un suministro suficiente de sangre para salvar vidas.
El centro de salud conmemoró el Día Mundial del Donante de Sangre rindiendo un homenaje a más de 20 hombres y mujeres que forman parte del grupo de donantes frecuentes del Banco de sangre Aleyda Mejía de Ángel. “Su generoso aporte voluntario ha salvado numerosas vidas y garantizado la salud de cientos de pacientes”, dijo Javier Alejandro Gaviria, gente general del hospital.
Es así como se reconoce y valora la labor desinteresada de los donantes de sangre, a quienes considera héroes anónimos que brindan vida a través de su generosidad. En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Donante de Sangre, se ha destacado la importancia vital de estos individuos que, con su altruismo, permiten salvar vidas y garantizar la salud de centenares de pacientes.
Sin embargo, en la región de Risaralda, la necesidad de donantes de sangre viene creciendo. Se estima que se requieren alrededor de 3.000 donantes al mes para satisfacer la demanda de hemocomponentes en los servicios transfusionales de los hospitales del departamento. Lamentablemente, este año la cifra ha disminuido drásticamente a tan solo 500 donantes mensuales.
Ante esta situación, el gerente general del Hospital Universitario San Jorge, Alejandro Gaviria, ha hecho un llamado urgente a la comunidad en general para fortalecer la labor de donación de sangre. El hospital no solo abastece a sus propias necesidades, sino que también provee sangre a diversas empresas y clínicas en Pereira y en todos los municipios de Risaralda, así como en partes de Quindío, Caldas y Norte del Valle. Su labor es fundamental y se han convertido en referentes para múltiples centros de salud.
“El año pasado se alcanzó un promedio mensual de 600 donantes, por lo que se busca superar esta cantidad. La colaboración de la ciudadanía es fundamental para lograrlo, ya que en numerosas ocasiones se requiere sangre para diversas clínicas”, agregó Gaviria.
Los servicios médicos que más demandan sangre son el quirófano, donde cada cirugía genera una alerta para asegurar el suministro necesario, así como la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y el servicio de urgencias. Estos tres servicios son los principales destinatarios de las donaciones y dependen de la solidaridad de la comunidad.
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